Como capital de España, y una de las ciudades más pobladas del país, Madrid es una de las Comunidades Autónomas que más bodas, bautizos y comuniones celebra a lo largo del año. La totalidad de la comunidad cerró 2014 con más de 6 millones de habitantes, concretamente 6.337.364 personas. Si reducimos el nivel de medición a la ciudad solamente, nos encontramos con que es la quinta ciudad europea más poblada. Eso supone un montón de nacimientos, enlaces matrimoniales y comuniones y bautizos cada año. Quizás ese sea el motivo de que cada día las mejores empresas de catering para eventos, como a la que os redirecciono, se instalen en Madrid.
El negocio está completamente en alza, ya que las bodas, bautizos y comuniones siguen celebrándose incluso en las épocas de crisis. Lo que sí cambian, por el contrario, son los hábitos para estas celebraciones. Lejos quedan ya esos grandes convites en los que los invitados gozaban de una cena copiosa y posterior baile. En la actualidad, muchas parejas y familias han optado ya por ofrecer otro tipo de celebraciones más informales, en los que prima una ligera cena o comida, según se prefiera, generalmente ofrecido por una empresa especializada en catering para comuniones y bodas. Y no solo es por cuestión económica, sino que la opción es preferida por muchas familias para dar una fiesta en la que se pueda interactuar con todos los miembros de la familia e ir de un lado a otro con total libertad de movimientos, mientras, eso sí, se disfruta de una gastronomía de igual calidad. Lo cortés no quita lo valiente y, en este caso, la calidad no está regañada con la ligereza.
Este tipo de celebraciones han incorporado el catering para eventos como una pieza fundamental en sus fiestas. De igual forma, las empresas de catering han incorporado la etapa de bodas, bautizos y comuniones como una zona roja en sus calendarios de trabajo. Sin embargo, no solo de bodas, bautizos y comuniones viven estos establecimientos. La popularidad de los servicios de catering a domicilio en Madrid ha crecido de tal forma que ya no solo se contratan para fiestas más serias o celebraciones más importantes, de esas que solo tienen lugar una vez en la vida, sino que se ha abierto la posibilidad de lustrar, por ejemplo, un aniversario con un catering para cumpleaños en el que todos los platos que pueden disfrutar los invitados están hechos especialmente para la ocasión. El cumpleaños no se celebra solo una vez en la vida, pero sí una vez al año, por lo que también merece una atención especial que se gane desde el paladar.
Los servicios de catering se pueden contratar, por lo general, para que acudan al lugar pactado o para que ellos alquilen también el espacio en el que se celebrará la fiesta. Como ejemplo, una de las empresas cumbre en el sector del catering para eventos de Madrid, La Frolita, ofrece hasta cuatro espacios distintos que complementan su amplia oferta de platos a domicilio para los que prefieran la intimidad de su hogar.
Por su parte, el mundo empresarial también ha confiado en los últimos años en los servicios de cocina que ofrecen este tipo de entidades. Ya sea para el menú diario para trabajadores, para el que muchas empresas contratan un servicio que organiza un menú saludable y rico en energías y nutrientes para los trabajadores, o para los eventos especiales de empresa, el catering es uno de los alivios más inmediatos a los quebraderos de cabeza de los planners. Además, la actividad empresarial continuamente está celebrando eventos en los que el catering puede ofrecer una salida no demasiado costosa y muy satisfactoria al organizador. Ya sean pequeños desayunos con clientes, uno de los denominados coffee breaks o algo más sofisticado tipo cóctel de negocios con clientes, patrocinadores o cualquier tipo de representante, los menús de La Frolita, por continuar con el ejemplo ya citado (aunque son diversas las opciones en cuanto a empresas de catering), ofrecen multitud de variaciones, opciones distintas y combinaciones de una u otra clase. En cualquier caso, el resultado será el mismo. El cliente, el representante, la empresa o los trabajadores acabarán chupándose los dedos.