Cuando hablamos de la clínica dental madrileña Periodoncia Cazalvara y Morante, lo primero que se nos viene a la cabeza son sus trabajos profesionales de odontología dentro del ámbito de la periodoncia o de los implantes dentales, pero lo cierto es que se trata de una de las empresas más comprometidas de las que tenemos en Madrid.
Y es que la clínica de Cazalvara y Morante, en la famosa calle Hilarión Eslava de Madrid, es una de las más reconocidas de la ciudad gracias a su equipo médicos, especialistas en implantes dentales y en periodoncia, y a sus tres décadas de experiencia trabajando siempre con la última y mejor tecnología para aplicar los más novedosos avances y lograr así sonrisas limpias y armónicas y una buena salud bucodental.
Pero es también conocida por su faceta solidaria, algo que valoran mucho sus clientes y que se trata de una razón más por la que le otorgan su confianza, ya que saben que parte del dinero que pagan por sus tratamientos dentales se va hacia proyectos bonitos y en zonas donde más lo necesitan. Los pacientes, y la sociedad en general, están cada vez más comprometidos con dejar un mundo mejor a los que nos siguen y se trata de una faceta en la que se ven reflejados en las acciones de la clínica Cazalvara y Morante.
Y es que este año, como viene siendo ya habitual desde la última década, los doctores Cazalvara y Morante han trabajado de manera filantrópica en una de las partes más necesitadas del mundo. Si hasta entonces habían estado en Nicaragua, Honduras, Costa Rica, la India y hasta Zimbabue, este año fue el turno de sumar una experiencia emocionante, dura y gratificante a la vez en Bomani.
Tras casi un día entero entre vuelos y enlaces (Madrid-Londres, Londres-Johannesburgo, Johannesburgo-Bulawayo, y Bulawayo-Bomani), llegaron por fin a al campamento de Bomani, donde prepararon el material para trabajar (anestesias, botadores, fórceps, jeringuillas, medicamentos…) para trabajar con los habitantes, pero también repartieron muchos juguetes y material escolar que los propios pacientes de la clínica habían aportado con toda su generosidad a esta experiencia.
En algo más de una semana de estancia en África, proyectaron cinco días de intenso trabajo en los muchos y diferentes campamentos visitados, con largas horas de viaje en todoterreno para conseguir desplazarse hasta las áreas más recónditas y así poder atender al mayor número de población posible, y al final, un resultado de casi 1.300 pacientes en cinco días y más de 3.000 tratamientos repartidos.
Los doctores visitaron escuelas, algunas sin ni siquiera mesas o sillas donde sentar a los alumnos, donde dejaron el material escolar que los pacientes habían aportado, cepillos de dientes, juguetes y ropa. Y también coincidieron con pacientes a los que habían visitado en ocasiones anteriores y cuyas bocas han visto su salud mejorada, lejos de infecciones que podrían haber tenido un pronóstico fatal y que ahora están sanas gracias a los tratamientos empleados.
En definitiva, una razón más para escoger esta clínica para nuestros tratamientos bajo el prisma también de la conciencia social y el compromiso con un mundo mejor, especialmente en los lugares más necesitados, como África, donde parece que los problemas y los riesgos para la salud nunca terminan.