Dentro de la arquitectura tradicional española, dependiendo de la zona en que se ubique una edificación, podemos comprobar que siempre habrá unos materiales que predominen sobre otros principalmente porque son propios de esa zona, del país, como se les suele llamar. Sin embargo, es curioso que en la Comunidad de Madrid la pizarra es un elemento habitual en las cubiertas de los edificios madrileños, si bien es un material del que no hay yacimientos en esa provincia, por lo que se recurre a las extracciones en otras provincias para abastecer su cuantiosa demanda de mercado, especialmente a la empresa castellano leonesa Pizarra y Derivados, una compañía que tras tres generaciones reúne una gran experiencia y profesionalidad, cuyo principal objetivo es la satisfacción de todos sus clientes ofreciendo siempre una producción de la más alta calidad con unos precios competitivos en el mercado, logrando de este modo estar presente en los países más industrializados del mundo, puesto que cuenta con productos homologados y que están en total consonancia con las normas de calidad en vigor de cada país donde se comercializan.
Que Madrid importe este material es de lo más normal. Y es que las cualidades de la pizarra son únicas para la construcción. La pizarra se utiliza no solo en las zonas o comarcas donde existen yacimientos y por tanto es habitual, sino también en lugares donde no se disponía de ella, principalmente por sus características, ya que al ser impermeable, resistente y un buen aislante para el frio, es idónea para zonas de montaña con una climatología fría.
Pero en los materiales de construcción también tienen su influencia las modas, y así es cómo el rey Felipe II decidió que la torre del Alcázar de Madrid fuese de pizarra, en contra de la opinión de sus arquitectos, para ello mandó venir a afamados canteros de Flandes para trabajarla. A partir de esta edificación se remataron con el mismo material los palacios de Valsain y El Pardo, contribuyendo a su popularización, por lo que, junto con la teja, es el elemento más habitual en los tejados madrileños.
La normativa para usar la pizarra como material de construcción o rehabilitación
Cada vez más personas intentan fijar su lugar de residencia fuera de las grandes ciudades, lo que contribuye a que se esté recuperando una gran cantidad de viviendas que unos años atrás estaban abandonadas o semiabandonadas, lo que supone un auge importante para las empresas de construcción, rehabilitación o reformas.
La normativa española sobre materiales de construcción en general, independientemente de la específica de cada comunidad autónoma o ayuntamiento, establece que las edificaciones existentes se han de mantener con unas condiciones mínimas de seguridad, salubridad y ornato, por lo que sus propietarios deben realizar un mantenimiento con el fin de mantenerlas en condiciones mínimamente habitables. Ahora bien, si una edificación se encuentra en un entorno catalogado como de protección o ella misma figura dentro del ámbito de protección de bienes catalogados, será necesario para su rehabilitación que por parte de la administración autonómica competente en materia de Patrimonio Cultural se emita informe preceptivo y vinculante ante la administración local, que es el organismo responsable de la concesión de la licencia de obras, sobre las condiciones, materiales y actuaciones necesarias para llevar a cabo la intervención proyectada, así como la autorización expresa de las mismas. Estos condicionantes deben ser tenidos en cuenta por el propietario y el arquitecto a la hora de redactar el correspondiente proyecto básico y de ejecución de la rehabilitación de la vivienda.