La pandemia ha cambiado nuestra forma de vida. Esto se ve y se siente cuando sales a la calle, en las noticias, en las personas… Y es que el COVID-19 ha tenido un impacto tan grande en nuestra vida y en nuestra economÃa que nos ha obligado a reinventarnos para poder sobrevivir en este mundo que, desde hace algún tiempo, nos mantiene aislados.
Una nueva forma de vida
El mayo del 2020 se instauró el estado de alarma y, con él, vinieron meses de aislamiento, soledad… y, ¿por qué no decirlo?, problemas económicos.
Cuatrocientos millones de personas en el mundo se quedaron sin trabajo, que se dicen pronto, y todas estas personas (las más afectadas, todo hay que decirlo, mujeres), se vieron obligadas a pensar en una nueva realidad perturbadora: sin trabajo, ¿cómo demonios iban a hacer frente a las facturas?
Porque perder el trabajo y enfrentarnos a una pandemia no paralizó el consumo de la luz, del agua ni, por supuesto, la alimentación o la salud. Se vieron atados de pies y manos porque, encima de todo eso, ¡no podÃan salir a la calle a buscar trabajo! ¡¿Cómo demonios iban a conseguir dinero para pagar todo lo que debÃan pagar?!
La solución llegó clara para muchas de esas personas: ¡trabajo online!
Yo misma tuve que reinventarme, y, debido a que me ganaba la vida como profesora de clases particulares, me pasé al trabajo online, escribiendo artÃculos y libros para otras personas. Me hice escritora fantasma freelance.
Desde entonces, a consecuencia de la pandemia, el comercio online ha seguido aumentando y expandiéndose y, a pesar de que ya no estamos en ese estado de alarma que consumió nuestras vidas y nuestro trabajo, cada dÃa son más las personas que se suman a este tipo de actividades laborales tan diferentes.
La importancia de una buena web y de todavÃa un mejor marketing
No es suficiente con abrir un negocio y empezar a subir tus productos o servicios. En esta época de la historia, en la que las personas tienen tantas motivaciones y estÃmulos por todas partes (solo tienes que encender la televisión y ver los diferentes anuncios que salen cada dos por tres), hacerte visible es mega importante para conseguir beneficios y clientes.
Para ello, necesitas crearte una buena web y hacerte con un marketing de primera para poder llegar a donde quieras llegar.
Un sector que se ha reinventado a consecuencia de la pandemia ha sido, por ejemplo, la salud. Y es que incluso salir a la calle en busca de medicamentos se nos hacÃa verdaderamente imposible, dadas las circunstancias. Por ello, las farmacias también comenzaron a comercializarse de forma online, y hoy en dÃa es difÃcil no encontrar cualquier farmacia en una web.
Existen webs especializadas en ayudar a este tipo de farmacias, como FARMAcom, que otorgan a las actuales (y nuevas farmacias) servicios especializados como la elaboración de la página web, marketing, cursos… para que las personas solo tengan que entrar y encontrar lo que necesitan. Durante la pandemia, fue una excelente aliada… pero, debido a que hay personas mayores y de movilidad reducida por todo el mundo, siguen siendo imprescindibles.
Hablemos en plata, ya casi todos compramos online
Es innegable que, aunque todos vayamos de tiendas, a restaurantes, a grandes almacenes… la mayorÃa nos hemos pasado al consumo online, como muestran estas estadÃsticas. Ya no solo por ser más económico para nuestro bolsillo, sino por la enorme comodidad que nos ofrece comprar un producto y que este, sin tener que desplazarme, llegue directamente a nuestra casa.
Gracias a este tipo de empresas, podemos saber, con anterioridad y gracias a las valoraciones y fotografÃas de clientes que han adquirido ese mismo producto previamente, si es exactamente lo que necesitamos o si es realmente tan bueno como nos lo venden en la descripción.
Y eso nos da a todos una enorme tranquilidad. Porque, además, también podemos, si viene defectuoso o no es como esperábamos, devolverlo para que nos lo cambien por otro o que, directamente, nos reembolsen el dinero.
Esto hace que muchos nos hayamos pasado al consumo online.
Comodidad VS seguridad
Antiguamente todos tenÃamos miedo de poner el número de nuestra tarjeta en internet, y esto hacÃa que el consumo online no fuese tan eficiente. De hecho, a veces seguimos sintiendo ese miedo a que sea una estafa y nos clonen la tarjeta.
Ese miedo, no obstante, cada vez es menor. Ahora, cada vez mayor número de personas se atreven a consumir vÃa online. Mi propio padre, por ejemplo, que siempre ha rechazado las tarjetas, se hizo hace poco con la suya y ahora no sale sin ella a ningún lado, lo cual me hizo gracia.
El mundo ha cambiado, se ha virtualizado. Y, debido a la dificultad de encontrar trabajo… quizás es necesario.