Todo conductor ha experimentado alguna vez en su vida la pesadilla de quedarse con el coche apagado en mitad de la carretera sin saber que hacer.
¡Qué horror! La mayoría de las personas no están verdaderamente preparadas para este tipo de problemas ya que van de aquí para allá con mucha prisa todo el rato, por lo que acaban bastante estresadas pensando que tienen delante el peor de los problemas.
Sin embargo, todo cobra otra perspectiva cuando conocemos un poco acerca del tema y nos calmamos. En este artículo te contaremos un poco acerca del tema para que la próxima vez puedas controlarlo mejor y no te sientas tan mal. Tranquilo, ¡esto nos pasa a todos alguna vez en la vida!
¿Qué tipo de averías puede sufrir mi coche?
Tu coche puede experimentar una variedad de averías mientras vas a cualquier sitio; al trabajo, a la tienda de al lado o de viaje. Por suerte, si le preguntas a un profesional en un taller, te puede decir que muchas de las averías son comunes y tienen fácil solución.
Entre ellas, encontramos las siguientes:
- Problemas en la batería.
La batería puede agotarse o fallar, lo que acaba causando una incapacidad del motor para arrancar. Este problema puede surgir debido a una batería vieja o defectuosa, luces o componentes eléctricos dejados encendidos, o un sistema de carga defectuoso.
Te aconsejamos que no te asustes si te ocurre alguna vez, ya que el problema en sí no tiene por qué ser grave. Sin embargo, si sigue ocurriendo échale un vistazo a este artículo de Autofacil porque puede que el problema sea que está ya “caducada” ya que las baterías tienen un tiempo de vida útil como muchos aparatos electrónicos.
- Neumáticos pinchados o desinflados.
Los pinchazos en los neumáticos pueden ocurrir debido a objetos punzantes en la carretera. Además, los neumáticos desinflados o dañados pueden causar problemas de manejo y aumentar el riesgo de reventón.
- Fallos en el sistema de encendido.
Los fallos en el sistema de encendido pueden causar dificultades para arrancar el motor o hacer que el coche se detenga en el camino. Esto puede deberse a problemas con las bujías, cables de encendido, bobina de encendido u otros componentes del sistema.
- Problemas de refrigeración.
Si el sistema de refrigeración de tu coche falla, puede provocar un sobrecalentamiento del motor. Este problema ocurre debido a fugas en el radiador, mangueras dañadas, termostato defectuoso o una bomba de agua que no funciona correctamente.
- Fallos en el sistema de frenos.
Los fallos en el sistema de frenos pueden ser peligrosos. Pueden incluir la pérdida de líquido de frenos, desgaste excesivo de las pastillas de freno o fallos en los componentes del sistema de frenado, lo que puede afectar la capacidad de frenado del coche.
- Problemas en el sistema de combustible.
Un coche puede tener problemas relacionados con el suministro de combustible, como una bomba de combustible defectuosa, filtro de combustible obstruido o una fuga en el sistema de combustible, lo que podría resultar en la incapacidad del motor para funcionar correctamente.
- Fallos en la transmisión.
Los problemas en la transmisión pueden causar dificultades para cambiar de marcha o la incapacidad del coche para moverse. Probablemente el problema lo cause el embrague, la caja de cambios o los componentes relacionados con la transmisión.
Ten en cuenta que, si a tu coche le falla alguna pieza importante, debes cambiarla, y para ello debes acudir a tiendas de recambio especializadas y a un taller. Una forma muy cómoda y eficaz de encontrar piezas de recambio es a través de la empresa MOBER, ya que dispone de un buscador de recambios personalizado según las características de tu coche para que puedas ver el catálogo de recambios para tu coche fácilmente.
¿Qué debo hacer en caso de sufrir alguna de estas averías?
Lo primero que te aconsejamos es mantener la calma y hacer las señales de advertencia pertinente, ya que debemos hacer saber a otros conductores que tenemos un problema. Para ello, enciende las luces de emergencia y coloca los triángulos de advertencia si es seguro hacerlo, especialmente si tu coche está detenido en la carretera.
Si estás en un lugar complicado y no puedes mover el coche, llama a la policía o al servicio de emergencias para informar sobre tu situación y solicitar asistencia para mantener la seguridad en la carretera.
Si, por lo contrario, puedes moverlo, intenta desplazar tu coche a un lugar seguro fuera de la vía principal de tráfico. Busca un arcén amplio, un estacionamiento o una salida de emergencia. Estacionar en un lugar seguro reduce el riesgo de accidentes adicionales.
Tras realizar estos pasos, debemos llamar a un profesional. Si no puedes solucionar la avería por ti mismo, es importante contactar a un servicio de asistencia en carretera, a un mecánico o a tu seguro de coche para que te ayuden. Si además observas que hay un servicio de asistencia en carretera, llama a su línea de emergencia y proporciona detalles sobre tu ubicación y el problema que estás experimentando.
Si es seguro, realiza acciones básicas de resolución de problemas. Por ejemplo, si tienes un neumático desinflado, puedes intentar cambiarlo utilizando un neumático de repuesto y una llave de ruedas. Eso sí, asegúrate de hacerlo sólo si estás familiarizado con el proceso y si puedes hacerlo de manera segura, ya que puede que al final la solución sea peor que el problema.