Las reuniones de negocios dan mucho trabajo en todos los sentidos, especialmente si somos nosotros los que ejercemos el papel de anfitriones. No solo tenemos que tener en mente un montón de detalles asociados al protocolo de un evento de estas características, sino que además tenemos que procurar que nada de lo que le rodea falle. Aquí nos jugamos mucho y causar una buena impresión es fundamental para empezar a ganarnos al interlocutor y abrir nuestras posibilidades de negocio.
Una de esas cosas que rodean a las reuniones de este tipo es el transporte. Normalmente la persona con la que vamos a reunirnos viene de otra ciudad o país. Es posible que no conozca a mucha gente en nuestra ciudad y que no tenga un medio de transporte asignado, por lo tanto es un detalle por nuestra parte ofrecerle un transporte con chófer para que no tenga ningún problema.
Esto es lo que hice al recibir a un socio importante el año pasado. Soy mayorista de ropa de hombre, un negocio que me ha reportado bastantes beneficios a lo largo de toda mi vida. Tengo mi sede en Madrid y ese socio del que os hablo es un fabricante que me suministra todo tipo de ropa de hombre a un precio tremendamente bajo. Es un proveedor al que no puedo perder bajo ningún concepto y por eso tengo que cuidar todos los aspectos de su visita.
El socio, que viene desde Italia, conoce Madrid pero no en profundidad. Por eso una de mis mayores preocupaciones era que hubiera alguien en el aeropuerto esperando a su llegada y que le condujera hasta mis oficinas con posterioridad. Quería un servicio de primera calidad, que no dejara opción a ninguna duda y que dejara un buen sabor de boca a mi visitante.
Como hasta la fecha apenas tenía experiencia en algo similar, decidí obtener información de una amplia variedad de fuentes para saber qué podía hacer. Y así di con www.licenciavtcmadrid.com, una página web en la que podría alquilar un coche de lujo con chófer para que se encargara del transporte de mi socio hasta el lugar en el que le recibiría y en el que estaría trabajando cuando éste llegara.
Me pareció la mejor alternativa. Me puse en contacto con ellos y me garantizaron un servicio exquisito, un trato ideal para el visitante y un precio que en ningún otro lado podría conseguir. Acepté y al hacerlo tuve la sensación de que la seriedad de aquella empresa sería del gusto de mi huésped y ayudaría a generar la situación perfecta para renovar nuestro acuerdo comercial.
Visita fructífera
El día de la reunión amaneció bastante lluvioso y frío. Esperaba que no fuera un mal presagio de lo que ocurriría más tarde durante aquel día, pero la verdad es que la realidad demostró que todo lo que había organizado estaba apunto de dar sus frutos.
Aguardé a que llegara el coche que había alquilado con mi socio en el interior. Después de que éste arribara le pregunté cómo había sido el trato y el servicio desde su recogida y me comentó que estaba gratamente sorprendido. El trayecto, que normalmente dura media hora desde el aeropuerto hasta mis oficinas, duró exactamente ese tiempo. Algo nada despreciable para haber sido un día lluvioso y en el que el tráfico es mucho más lento que durante un día despejado.
El desarrollo de la reunión fue perfecto para mis intereses. Mi proveedor aceptó seguir manteniendo el acuerdo, un acuerdo que se mantiene vigente a día de hoy y que es imprescindible para mi empresa y todos los que en ella nos ganamos la vida. Creo que he acertado apostado por Licencias VTC Madrid y repetiré la fórmula que he utilizado con mi socio italiano para cuando reciba la visita de algún comerciante de fuera de la Comunidad de Madrid.