Para todos los que residimos en España salir a tomar los vinos o una caña después del trabajo es algo de nuestro día a día y es que nuestra cultura de bares es conocida por todo el mundo, hecho que nos diferencia y que nos identifica allá donde vayamos de viaje. Esta costumbre en la que habitualmente nos juntamos la pandilla de amigos o la familia siempre comienza con unas consumiciones a las que acompañamos de aperitivos, comida por la cual quizá nos decantemos por uno u otro bar, de ahí su importancia. Es por este motivo por el cual debemos optar siempre por los de mejor calidad como los que nos oferta Aperitivos Sáiz ya que, con su amplia gama de productos, tendremos siempre el mejor género en nuestro establecimiento.
Tal y como os hemos avanzado, hoy os hablaremos de los aperitivos y es que, aunque a priori pueda sonar extraño, sobre ellos recae una gran importancia y un porcentaje muy elevado de que los clientes repitan en un bar en concreto durante sus visitas futuras puesto que, si se encuentran un lugar cómodo, agradable y que además acompaña a las consumiciones con los mejores aperitivos, tendremos el éxito prácticamente asegurado.
En un país como el nuestro en el que damos tanta importancia a estos alimentos podemos presumir además de que son nuestros empresarios quienes los cultivan, pescan o producen, con lo cual es beneficio económico para nuestra tierra, pero esto no queda aquí puesto que no solo nos encargamos de producirlos, sino que también hacemos los mejores. Quizá penséis que esto es simplemente una frase que queda bien, pero no, no es así ya que es la realidad puesto que, sin ir más lejos, algo tan típico de nuestros bares como son las aceitunas proceden de los mejores olivos de la zona sur de nuestro país y que año tras años nos ofrecen las mejores aceitunas de mesa que podamos encontrar y que además son parte esencial de la dieta mediterránea. Habitualmente, solemos encontrarnos con olivas de las variedades manzanilla, gordal, malagueña, Campo Real o negras entre otras.
Pero en los establecimientos hosteleros de nuestro país no solo encontraremos olivas, sino que también nos podemos topar habitualmente con diferentes frutos secos como son los cacahuetes, las pipas, los cócteles de frutos secos, nueces e incluso orejones. Los snacks y las galletas en ocasiones también forman parte de la variedad que nos encontramos, así como las reinas de la selección hostelera como son las patatas fritas y es que ellas son el acompañamiento de bebidas más típico de los bares españoles y es que no se puede negar que gustan a casi todo el mundo, por ello, son la mejor opción. Elección que tiene un recorrido muy arraigado a nuestra patria puesto que las patatas se producen en nuestros terrenos como son las conocidas patatas de Coristanco en A Coruña o las de Xinzo de Limia en Ourense, ambas en Galicia y que cuentan con una indicación geográfica protegida denominada Pataca de Galicia como el caso de las de O Saviñao en la provincia de Lugo. Estas patatas una vez recogidas de la tierra se llevan a plantas de procesado donde se preparan para poder ser freídas y comercializadas al público profesional y general tanto a granel como en bolsas preparadas, por lo que todo el proceso, desde el sembrado del tubérculo hasta la comercialización se producen en nuestro territorio por lo que todos los puestos de trabajo y economía que genera podemos decir que se quedan en España.
Las golosinas, los aperitivos de la noche
Desde hace unos años para esta parte ha ido surgiendo una moda en la hostelería que es la de servir copas de ginebra con tónica a las que acompañamos, como venimos hablando a lo largo de todo el post, de aperitivos para así lograr un nivel de satisfacción del cliente con nuestro establecimiento aún mayor. Es aquí donde entran las gominolas y es que desde hace unos años cada vez que nos tomamos una copa, nos sirven de acompañamiento unas gominolas que con el contraste de sabor entre el alcohol y el dulce, hacen un efecto muy sabroso que cada vez nos cautiva a más gente, tanto es así que una tienda americana de caramelos nos oferta entre su catálogo una serie de dulces gourmet que por el momento en nuestro país nos resultan extraños, pero que no descartamos ver en un futuro cercano. Se trata de gominolas con alcohol y su producción es sencilla, tan solo debemos verter en un bol lleno de ositos de gominola la bebida que más nos guste y tapar el recipiente con papel film unas veinticuatro horas, ya que, tras este tiempo, las chucherías habrán absorbido el líquido y tendremos un aperitivo novedoso, diferente y sabroso.