Es difícil pasar por el escaparate de una joyería y no quedarse deslumbrado a contemplar algunas de sus joyas. Esas pequeñas obras de arte en miniatura, son fruto de un trabajo de lo más cuidadoso y delicado a manos de profesionales de la joyería artesanal. Quizá en los tiempos que corren, la tecnología juegue en favor de los artesanos joyeros y les ayude a culminar sus piezas con mayor facilidad. Sin embargo, las piezas únicas, esas de las que difícilmente podemos encontrar replicas por su exclusividad o por ser fruto de una serie limitada, llevan detrás un trabajo, todavía más meticuloso. Aunque en esencia, la fabricación de joyas, sigue un proceso riguroso de elaboración que empieza con la idea y termina con su exposición para la venta.
Seguramente, a más de uno o una, le haya asaltado la duda sobre cómo es ese proceso de elaboración de joyas. Aunque lo más fácil es dejarse deslumbrar por esos pendientes, el collar o la pulsera, sin detenerse a pensar lo que hay detrás de cada pieza. Sin duda, no hay dos joyerías iguales, en todas encontramos objetos similares pero difícilmente, podemos encontrar lo mismo en cada una. Salvo contadas excepciones o joyas típicas que nunca dejarán de fabricarse como los pendientes de perla o esclavas típicas de comunión o similares.
En cualquier caso, a nosotros nos asaltó la duda y quisimos conocer algo más en profundidad este mundo desconocido para muchos. El mundo del artesano joyero que hace que cada joya sea única e indiscutiblemente, una pequeña obra de arte. Debido a ello, hemos consultado con nuestros amigos de Serrano Joyeros, en el sector desde el siglo pasado, para adentrarnos en el apasionante mundo de la fabricación de joyas. Desde el diseño del boceto, hasta la puesta en escena de cada pieza, se trata e proceso creativo al más puro estilo artístico que debe ser planificado y seguido aunque permite cierta flexibilidad.
Industrial versus artesanal
Evidentemente, en el sector de la joyería, existe una vertiente industrial. Podríamos compararlo con el mundo del pan donde el pan industrial puede ser bueno, pero el artesanal, ofrece unas propiedades, sabores y texturas únicos. Cada pieza de pan es diferente aunque proceda de las mismas manos e ingredientes, mientras que el pan industrial, fabricado en grandes cantidades, no dura tanto, no es tan bueno y tampoco cautiva. Con las joyas, sucede lo mismo: una joya de fabricación industrial dura menos, luce menos y aun siendo bonita y elegante, carece de la personalidad necesaria. Sin embargo, una joya artesanal, debido a su proceso de fabricación, mucho más cuidadoso, meticuloso y con materiales de mayor y mejor calidad, ofrecen un producto indiscutiblemente personalizado y exclusivo.
El proceso de fabricación de joyas parte de numerosas técnicas. En función del tipo de joya que se vaya a realizar, el joyero se decantará por una u otra técnica. No es lo mismo, hacer unos pendientes que un collar o una alianza. Sin embargo, las técnicas más comunes son las que vamos a citar a continuación. Antes de continuar debemos señalar que puede hacerse trabajando directamente sobre el metal, como se hace con las gemas o recurrir al modelado en cera con tecnología en tres dimensiones.
No obstante, todas las joyas, se fabriquen como se fabriquen, se inicia con el mismo proceso que, como citamos anteriormente, no es otro que la parte creativa. Sin duda, el paso más importante aunque no el único. Este es el punto de partida a través del cual se va a desarrollar el diseño de la joya que no solo se queda en la mente del joyero, sino que se plasma en papel la forma de la pieza y los elementos que la componen.
A partir de ahí, los pasos a seguir serán la función el metal de manera que sea posible darle la forma deseada. Como bien sabemos, los metales preciosos más utilizados son la plata y el oro, así como el rodio o el acero. Tras su fundición, debe dejarse enfriar.
Tras este primer paso, procede el laminado que se efectúa utilizando una máquina para realizar láminas o hilos con el metal de elección. Tras su obtención se convierte en filamentos, gracias a su ductilidad.
Una vez el metal ha sido laminado, se realizar el calado, para lo que el joyero se sirve de seguetas que permiten cortar los filamentos laminados para obtener las medidas necesarias antes de su transformación.
Con la soldadura, se unen las piezas necesarias que componen la joya, mediante la aplicación de calor y un punto de soldadura. Antes de soldar la joya, se debe lijar y limpiar a conciencia la superficie a soldar.
Por último, el acabado de la joya. Este último paso, es sin duda el de mayor importancia, puesto que es el que se encarga de conferir a la pieza su aspecto final. Dentro de este último paso, se llevan a cabo otros pasos como el limado, lijado y pulido, para proceder a la posterior limpieza y abrillantado de la pieza.
Otras técnicas de joyería artesanal
Para trabajar metales como el oro, lo primero que se debe hacer es, como ya hemos mencionado, fundir el metal. Una vez, este se encuentre en su forma líquida, se vierte sobre el molde que le va a dar la primera forma, tosca y poco definida. Una vez se enfría en su forma, se procede a darle forma al metal mediante técnicas de presión, martilleo o doblado. Así se consigue el tamaño necesario para obtener la pieza del diseño.
Para lograr esa forma deseada, también puede serrarse, taladrarse o limar la pieza, técnicas con las que es posible crear aberturas para engastar las piedras si procede. Esta técnica, es la más antigua y con la que trabajan los artesanos joyeros para realizar las piezas más artesanales y cuidadosas, pues se trata de un proceso que debe realizarse con mucho cuidado y técnica.
Un poco menos artesano es el uso de la cera para fabricar los moldes de la joya. Esta técnica se realiza utilizando, lógicamente, cera. El trabajo se inicia con este material y no con el metal. Una vez se tiene el diseño, se funde la cera para moldearla a mano. Con esa cera convenientemente moldeada, se fabrican los moldes, como si de un negativo de las joyas se tratara.
Una vez obtenido el molde, se procede a fundir el metal de elección y se mete en el interior del molde para darle la forma deseada. Se trata de una de las técnicas más habituales y utilizadas en la actualidad. Una vez se tiene la pieza, el proceso que se sigue, es similar al anterior, en el que se sierra, taladra o lima la pieza para engastar las piedras si es necesario, hasta obtener el resultado final.
Por último, llegamos a la técnica más vanguardista dentro el proceso de creación de joyas. La tecnología permite acelerar los procesos con la creación de joyas en tres dimensiones. Esta técnica revolucionaria dentro del sector se aplica dentro de la joyería artesanal, proporcionando unos resultados de indiscutible calidad.
Una de sus principales ventajas, reside en que es imposible el fallo y error entre el diseño y el resultado final, lo que la convierte en una técnica muy interesante para el joyero moderno.
Para crear una joya con este técnica y utilizando la tecnología, el primer paso no es otro que crear un diseño virtual con la imagen de la joya a realizar. Esto permite realizar un estudio y análisis previo para darle la forma deseada de manera más rápida sin necesidad de que la pieza exista físicamente. De tal modo que es posible realizar todos los cambios necesarios antes de su producción física y sin malear el metal en exceso. Esto supone un ahorro en tiempo y costes.
Una vez se obtiene el resultado virtual deseado, se procede a su fabricación con todo detalle y precisión, gracias a una impresora específica. Cuando se tiene la pieza físicamente, se realizan los acabados necesarios para que el resultado sea perfecto.
En la actualidad todos estos procesos o técnicas son utilizados por el sector de la joyería obteniendo unos resultados de gran valor. En el mundo de la joyería se puede variar la técnica pero el resultado, siempre será una pieza artesanal, elaborada con el mayor de los cuidados por parte de los joyeros artesanos.
Como conclusión, podemos señalar que el diseño y fabricación de las joyas artesanales es un campo en el que la creatividad y la técnica deben entrelazarse para crear una sinergia que dé como resultado unas piezas únicas y personales. El equilibrio entre arte y habilidad es esencial para un joyero artesanal que se precie, pues la pieza es el reflejo de una expresión estética aunada con la maestría necesaria para ejecutar las diferentes técnicas de la joyería.
En este aspecto, la creatividad de la que hace gala la joyería artesanal va más allá de los diseños novedosos. Requiere la exploración de los conceptos, materiales y técnicas necesarios para expresar el arte experimentando con todo tipo de materiales, sean convencionales o novedosos, fusionar las técnicas reseñadas o reinterpretar lo existente. El resultado, piezas de gran valor y calidad solo aptos para aquellos que sepan valorar el trabajo que conlleva el arte.
